domingo, 18 de abril de 2010

Estuve en San Cristobal de las Casas, Chiapas y estuve bien. Pude alejar de mi mente el dolor de comprobar como hay personas que no tienen vida y pretenden arruinar y robar un poco de la vida de otros que envidian y consideran en un estado de felicidad superior al suyo. Personas que no han sabido construir nada, que su misiòn pareciera ser la de destruir. Pido al Señor que se apiade de ellos, que les de amor y claridad para que no envenenen a sus hijos, a sus hijas. A mi me corresponde, porque me lo he propuesto desde siempre, amar, querer, perdonar y seguir adelante; en medio de la envidia y podredumbre seguirè el camino que iniciè desde que nacì y que gracias a mis padres he llevado con temple y coraje; a veces esas personas sirven para eso, para recordarte quien eres y lo importante y valiosa que es tu presencia en este mundo. Debo dar gracias por ello.